A partir del 28 de marzo, Amazon realizará un cambio significativo en sus dispositivos Echo: todas las solicitudes de voz serán enviadas a la nube en lugar de ser procesadas localmente. Este ajuste se debe a la implementación de Alexa+, su nueva herramienta de inteligencia artificial, que requiere mayor capacidad de procesamiento.
La actualización afectará a modelos como Echo Dot (4.ª generación), Echo Show 10 y Echo Show 15 en EE.UU. configurados en inglés. Según un correo enviado a los usuarios, las grabaciones se eliminarán después de su procesamiento, pero la medida ha generado preocupación sobre la privacidad de los datos.
Amazon asegura que las solicitudes seguirán encriptadas y protegidas en sus servidores, pero con este cambio, los usuarios pierden control sobre el almacenamiento local de sus interacciones con Alexa.
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