Los cuerpos de los sacerdotes jesuitas Javier Campos “Gallo” y Joaquín Mora “Morita” regresaron este domingo a la iglesia de Cerocahui, en Chihuahua, donde fueron asesinados el pasado lunes 13 de junio, junto con el guía de turistas Pedro Palma.
Fueron casi siete horas de caravana donde participaron religiosos y fieles de la comunidad, a la llegada de los cuerpos, se realizó una ceremonia de purificación del recinto, con música, danza e incienso, para limpiarlo del mal y celebrar el bien. Además, el gobernador indígena de Cerocahui, Martín Cadena, realizó una oración en raramuri.
“Ya llegaron de donde salieron. De aquí se los llevaron, muertos a balazos y aquí vamos a hacer un ritual de purificación, se deshonró, se violentó, se faltó al respeto al templo, a Dios y a la vida de nuestros hermanos, con este ritual vamos a bailar, echar incienso para que todo ese mal y todo ese odio que hay se vaya” dijo Martín Cadena, gobernador indígena de Cerocahui.
“Para que el bien vuelva, para que el de arriba nos ayude y le ayudemos a él a que todo esto venga para la paz y Cristo, que pasó lo mismo que pasaron los padres, nos va a ayudar con su luz, con su amor para que podamos pasar este día bonito”, agregó.