En un avance significativo en la búsqueda del origen de la vida en la Tierra, científicos han arrojado luz sobre LUCA, el “último ancestro común universal”, el primer organismo que habitó nuestro planeta. Según un estudio reciente publicado en Nature Communications, LUCA existió entre hace 4.320 y 4.520 millones de años, siendo una célula que compartía características fundamentales con todos los seres vivos, como proteínas ribosómicas y una ATP sintasa.
Este nuevo enfoque de datación molecular permitió a los investigadores estimar con mayor precisión el momento en que LUCA se dividió en bacterias y arqueas, y cuando surgieron los eucariotas. Las arqueas, consideradas “bacterias antiguas”, mostraron tener un ancestro común más reciente que las bacterias actuales, viviendo entre 3.370 y 3.950 millones de años atrás. Por otro lado, las bacterias se remontan a un período entre 4.050 y 4.490 millones de años.
Las eucariotas, células con núcleo, tuvieron su último ancestro común hace entre 1.840 y 1.930 millones de años. Según Anja Spang, bióloga del Royal Netherlands Institute for Sea Research (NIOZ), esta información es crucial para comprender la evolución celular a lo largo del tiempo. Además, Tara Mahendrarajah del NIOZ destaca que las eucariotas no representan una rama separada, sino una fusión de las ramas bacterianas y arqueas.
Estas estimaciones no solo contribuyen a mejorar los modelos sobre los orígenes de las eucariotas, sino que también ayudan a rastrear la evolución celular y brindan una base para comprender la función de los microbios antiguos en el ciclo de los nutrientes, con implicaciones para comprender y predecir la biodiversificación futura en un entorno cambiante, como el calentamiento global. Este hallazgo representa un paso significativo en la comprensión de nuestros ancestros biológicos y sus roles fundamentales en la historia natural de la Tierra.