En un inesperado y trascendental paso, el gobierno cubano avanza hacia la legalización de la eutanasia, marcando un hito al evitar mencionar explícitamente la palabra “eutanasia” en la flamante Ley de Salud Pública.
La Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba aprobó por unanimidad esta innovadora legislación que, bajo el término “determinaciones”, abrirá el debate sobre el derecho a decidir sobre el final de la vida de los cubanos en situaciones críticas.
Leonardo Pérez, presidente de la Sociedad Cubana de Derecho Civil, destacó ante los delegados de la Asamblea la sustitución estratégica del término “eutanasia” por “determinaciones”. “Se evitan términos como el de eutanasia en la expresión de la norma jurídica y se utiliza el plural, que es lo importante, determinaciones”, subrayó Pérez.
La nueva Ley de Salud Pública permitirá estas “determinaciones” en situaciones de agonía o fase terminal, en un contexto de crisis sanitaria aguda que afecta gravemente al sistema de salud cubano, con escasez de medicamentos, insumos y profesionales médicos.
El ministro José Ángel Portal Miranda afirmó que esta norma “dota a la salud pública cubana de un blindaje jurídico actualizado y garantiza el derecho humano fundamental a la salud y la vida.”
Cuba, encaminándose a ser el segundo país de América Latina en aprobar esta medida, sigue los pasos de Colombia. Otros países que ya aceptan la eutanasia incluyen a Suiza, Países Bajos, Luxemburgo, Canadá, Australia, España, Alemania, Nueva Zelanda y algunos territorios de Estados Unidos.
A pesar de la polémica, la nueva Ley de Salud Pública no entrará en vigor hasta que se apruebe una regulación específica para su aplicación por parte del régimen cubano.
Medios internacionales tuvieron acceso al borrador final, destacando el reconocimiento del “derecho de las personas a una muerte digna” mediante “determinaciones” que abarcan desde la limitación del esfuerzo terapéutico hasta procedimientos válidos para poner fin a la vida.
El Dr. Alberto Roque, del Instituto de Oncología y Radiobiología de La Habana, celebró la medida al proporcionar un “marco legal para la futura eutanasia en cualquiera de sus formas, ya sea activa o asistida.”
La nueva normativa, aprobada por unanimidad, reemplazará a la Ley de Salud Pública vigente desde 1983, manteniendo derechos como la interrupción del embarazo y el uso de técnicas de reproducción asistida.
Este cambio sorprendente contradice la percepción previa del régimen, que en noviembre de 2023 indicó que la eutanasia no estaría contemplada en la nueva ley. Sin embargo, un año después, estratégicamente, lograron la aprobación unánime empleando tácticas engañosas y asegurando a la población que “lo que importa es lo plural”.