En un giro significativo dentro de la industria de los esports, Riot Games ha anunciado que permitirá que equipos profesionales de juegos como League of Legends y Valorant puedan recibir patrocinio de casas de apuestas, una práctica que hasta hace poco estaba completamente vetada. Esta nueva política aplicará en América, Europa, África y Medio Oriente, aunque no se ha confirmado su expansión global.
La decisión ha generado reacciones encontradas. Por un lado, algunos equipos celebran la apertura comercial en una industria que busca estabilidad financiera. Por otro, ciertos sectores de la comunidad han criticado duramente esta medida por los riesgos que representa normalizar el juego en audiencias jóvenes.
Riot reconoció la controversia en su comunicado: “Sabemos que las apuestas no son para todos los públicos, y que multitud de fans se oponen a ellas férreamente, y lo respetamos”. Además, aclararon que hasta ahora nunca se habían asociado directamente con compañías de apuestas, pero consideran que es momento de adaptarse a las dinámicas del mercado.
La empresa también reafirmó su compromiso en combatir la compraventa de cuentas, otro problema creciente en sus plataformas competitivas.