La contaminación no es un problema exclusivo de la Tierra, y el espacio no es una excepción. Con el creciente número de lanzamientos al espacio, la acumulación de basura espacial se ha convertido en una preocupación cada vez mayor. Proyectos como Starlink, que involucran el despliegue masivo de satélites, plantean un desafío adicional para controlar esta basura cuando los satélites dejen de funcionar y permanezcan en órbita.
En respuesta a esta preocupación, un equipo de científicos de la Agencia Espacial Japonesa (JAXA) en colaboración con la NASA ha propuesto una solución innovadora: lanzar el primer satélite hecho de madera en el verano de 2024.
Este proyecto, conocido como LignoStella Space Wood, tiene como objetivo abordar el problema de la acumulación de escombros espaciales. Con más de 100 billones de piezas no rastreadas de satélites antiguos en órbita, la seguridad de los satélites operativos y los futuros viajes espaciales está en riesgo.
El equipo de investigación evaluó la viabilidad de tres tipos de madera – abedul, cerezo japonés y magnolia – en el entorno espacial llevándolos a la Estación Espacial Internacional. Después de 290 días en órbita, las muestras de madera no mostraron signos de descomposición ni daño, lo que sugiere que la madera podría resistir bien en el espacio.
La característica más destacada de este material es su capacidad para desintegrarse completamente al reingresar a la atmósfera terrestre. A diferencia de los satélites convencionales, que pueden convertirse en escombros peligrosos, los satélites de madera se quemarían por completo, eliminando el riesgo de contaminación espacial y reduciendo la posibilidad de que causen daños al caer a la Tierra. Esta innovadora solución ofrece una forma sostenible de abordar el problema creciente de la basura espacial y puede ayudar a mantener un entorno espacial más seguro para futuras misiones y exploraciones.