Durante una conversación reciente con Entertainment Weekly, el actor Skeet Ulrich sorprendió a los fans de Scream al revelar detalles clave de la historia que estaba planeada para Scream 7 antes del polémico despido de Melissa Barrera. Ulrich, quien dio vida a Billy Loomis en la cinta original, explicó que su personaje tendría un papel determinante en la evolución emocional de Sam Carpenter, quien continúa enfrentando la sombra de su pasado familiar.
Aunque Billy murió en la primera película, su presencia regresó como una alucinación en las dos entregas más recientes, escenario que permitía explorar la dualidad de Sam. Según Ulrich, la nueva película profundizaría en esa batalla interna, mostrando cómo Sam intentaba mantenerse lejos de los impulsos que la vinculaban con la figura de Ghostface. Incluso después de que en Scream VI pareciera haber superado parte de esa oscuridad, la séptima entrega tenía previsto un giro radical que pondría nuevamente en riesgo su estabilidad mental.
El actor destacó que la intención creativa era empujar a Sam hacia un conflicto más intenso, planteando la posibilidad de que la protagonista se acercara peligrosamente al legado homicida de su padre. “La historia iba a tomar un camino mucho más oscuro”, adelantó Ulrich, generando aún más expectativa sobre lo que pudo haber sido esta entrega.







