La calificadora S&P Global Ratings modificó de “negativa” a “estable” la perspectiva de México debido a su posición fiscal y el sano manejo de las finanzas públicas.
“La perspectiva estable incorpora los complejos desafíos fiscales en Pemex y la CFE, una ejecución fiscal soberana cautelosa, menos incertidumbre sobre la política energética y avances en la inversión del sector privado relacionada con el comercio”, dijo S&P en un reporte.
Según la agencia, los altos precios del crudo están mejorando los indicadores crediticios de Pemex, pero la débil liquidez de la empresa continúa afectando su perfil crediticio individual.
Sin embargo, S&P no descarta que continuarán los apoyos gubernamentales a Pemex, como las inyecciones de capital o reducción de su carga fiscal de los últimos meses.
“Pemex aún tiene un rol crítico para el gobierno mexicano, tanto desde el punto de vista económico como para la ejecución de la política energética del país. Aunque esta ayuda ha sido insuficiente para atender completamente las necesidades de fondeo multianual de Pemex, evidencian el historial de respaldo gubernamental para la empresa”, precisó la calificadora.
Según la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la mejora en la perspectiva, junto con la ratificación de la deuda soberana, le permitirá al país continuar con un acceso favorable a los mercados internacionales y nacionales.
La última vez que S&P revisó la calificación de México fue el 7 de diciembre de 2021, para dejarla en BBB con perspectiva negativa, de acuerdo con información de la dependencia de Rogelio Ramírez de la O.