Aunque Matt Damon es hoy una figura consolidada en Hollywood, su elección como el soldado Ryan en la cinta Salvar al soldado Ryan no fue siempre bien vista por Steven Spielberg. De hecho, el director buscaba originalmente a “un actor desconocido con un look All-American”, como él mismo declaró. Damon, en ese momento, encajaba perfectamente en ese perfil.
Sin embargo, la situación cambió en 1997 con el estreno de El indomable Will Hunting, cinta que catapultó la carrera de Damon y lo convirtió en un rostro conocido. Este repentino ascenso generó dudas en Spielberg, quien temía que la creciente fama del actor afectara la autenticidad del personaje.
Para equilibrar la balanza, Spielberg decidió someter al elenco completo —excepto Damon— a un riguroso entrenamiento militar. El objetivo era que todos los actores sintieran las dificultades de ser soldados, mientras Damon se incorporaba más tarde, reflejando así en la narrativa la desconexión entre el joven soldado rescatado y sus compañeros exhaustos. “Fue tan duro que muchos pensaron en abandonar”, relatan los involucrados.
La estrategia resultó clave para la intensidad emocional del filme, hoy considerado un clásico del cine bélico.