La cantante Taylor Swift ha sido oficialmente excluida como testigo en el juicio que enfrentan los actores Blake Lively y Justin Baldoni, en una disputa legal derivada de la película It Ends With Us. Aunque fue citada a declarar por su amistad con Lively, su equipo legal logró desestimar su participación, argumentando que no tuvo ningún vínculo directo con la producción del filme.
Swift fue mencionada inicialmente en mayo por los abogados de Baldoni, director y coprotagonista de la película, bajo el argumento de que su cercanía con Lively podría aportar información relevante. No obstante, los representantes de la artista afirmaron que nunca formó parte del proyecto.
“Nunca pisó el set de esta película, no participó en ningún casting ni en decisiones creativas, no compuso la banda sonora, nunca vio una edición ni tomó notas sobre la película, ni siquiera vio It Ends With Us hasta semanas después de su estreno”, señaló su equipo en un comunicado.
La única relación entre la cantante y el proyecto fue la autorización comercial para usar una de sus canciones, en condiciones similares a las de otros 19 artistas involucrados en la banda sonora.
El equipo de Blake Lively celebró la decisión, calificando la citación a Swift como una forma de “acoso legal” con fines distractores. “Apoyamos los esfuerzos del equipo de Taylor para anular estas citaciones inapropiadas… y seguiremos defendiendo a cualquier tercero injustamente acosado”, dijo un portavoz.
El conflicto central entre Lively y Baldoni comenzó a finales de 2024, cuando la actriz presentó una denuncia por acoso sexual y conductas inapropiadas durante la filmación de la cinta. Exige una compensación de 400 millones de dólares por daños, alegando que Baldoni y su productora Wayfarer Studios iniciaron una campaña para dañar su reputación.
En respuesta, Baldoni contrademandó a Lively, a su esposo Ryan Reynolds y a su publicista, acusándolos de conspirar para destruir su carrera.
La tensión escaló recientemente cuando los abogados de Baldoni acusaron a Lively de amenazar con divulgar mensajes privados con Swift si esta no la apoyaba públicamente. El juez desestimó esa evidencia por considerarla “irrelevante y fuera de lugar”.
El juicio tiene fecha de inicio para marzo de 2026. Con Swift fuera del escenario judicial, el proceso se centrará en las acusaciones cruzadas de acoso y difamación. Se prevé que en los próximos meses puedan surgir nuevos testimonios que definan el rumbo del litigio.
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