Caen ventas y crece la presión sobre sus empleados
Tesla enfrenta un momento crítico en 2025. La caída en las ventas dentro de China, el mercado más competitivo del mundo para los autos eléctricos, ha dejado en evidencia no solo una crisis comercial, sino también errores de gestión internos y una creciente insatisfacción entre sus trabajadores.
Durante el primer trimestre del año, Tesla reportó una caída del 21.8% en sus entregas en China, alcanzando apenas 172,754 unidades. En contraste, en 2024 había cerrado con más de 657 mil vehículos vendidos en ese país, lo que representaba más de un tercio de su producción global.
La respuesta de la empresa ha sido endurecer las condiciones laborales. Según empleados que hablaron bajo anonimato, los equipos de venta ahora trabajan de 9 a.m. a 10 p.m., siete días a la semana, con la obligación de concretar al menos una venta diaria bajo amenaza de despido inmediato. La capacitación ha sido reducida a tres días, y si no venden en el cuarto, quedan fuera.
Este modelo de “agotamiento forzado” ha reducido la permanencia del personal de tres meses a apenas seis semanas. Mientras tanto, competidores como Xiaomi y BYD no solo presentan productos más accesibles, sino que superan en ventas al icónico Model 3.
El liderazgo errático de Elon Musk, sumado al avance de las marcas chinas, deja a Tesla en una posición vulnerable. Aunque Musk ha minimizado la crisis laboral, los números y los testimonios revelan una empresa que, lejos de innovar, está atrapada entre decisiones apresuradas y un mercado que ya no lo espera.
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