Autoridades informaron sobre un tiroteo al final del desfile de campeonato de los Kansas City Chiefs el miércoles, dejando una persona muerta y 22 heridas. Dos personas armadas ya están en custodia, según lo revelado por la jefa de policía de Kansas City, Stacey Graves, en una conferencia de prensa.
Graves expresó su frustración por lo sucedido, enfatizando que las personas que asistieron al evento merecían un ambiente seguro. Según informes de ABC News, tres de los heridos están en condición crítica, cinco en condición seria y uno con lesiones no graves.
El equipo de los Chiefs estaba en autobuses de regreso al estadio Arrowhead cuando ocurrió el tiroteo, y todos los jugadores, entrenadores y empleados están a salvo, confirmó el alcalde de Kansas City, Quinton Lucas.
Videos compartidos en redes sociales mostraron escenas perturbadoras del incidente, con personas brindando ayuda a las víctimas y otros enfrentándose a los agresores hasta que llegó la policía.
Múltiples hospitales de la zona están tratando a las víctimas del tiroteo, y el gobernador de Missouri, Mike Parson, confirmó que él y su esposa estaban presentes en el desfile pero se encuentran a salvo.
Tanto los Chiefs como la NFL emitieron declaraciones lamentando el incidente y expresando solidaridad con las víctimas y sus familias. El tiroteo ocurrió días después de que los Chiefs ganaran el Super Bowl, lo que ha conmocionado a la comunidad y ensombrecido la celebración del equipo.