Tom Hanks, el icónico actor de Hollywood, enfrentó una experiencia cercana a la muerte mientras filmaba una de sus películas más memorables, Náufrago.
La película, dirigida por Robert Zemeckis y estrenada en el año 2000, sigue la lucha de Hanks como Chuck Noland por sobrevivir en una isla desierta tras un accidente de avión.
En una reveladora entrevista con la BBC, Hanks confesó haber sido hospitalizado durante tres días debido a un envenenamiento derivado de una infección en la pierna causada por un corte aparentemente trivial durante el rodaje.
“(Náufrago) me llevó al hospital. Estuve allí tres días con algo que, aunque no lo creas, casi me mata. Tuve una infección por un corte y me estaba comiendo la pierna. No lo sabía, solo pensé que tenía una llaga”, admitió Hanks.
El incidente no solo detuvo la producción de la película durante tres semanas, sino que también fue un desafío físico considerable para Hanks, quien tuvo que someterse a una drástica transformación para el papel, ganando más de 20 kilos y luego perdiéndolos en un corto período de tiempo.
Según declaraciones del actor a Entertainment Weekly, el proceso de perder peso resultó agotador, ya que implicaba renunciar a muchas de sus comidas favoritas.
Este episodio sirve como recordatorio de que detrás de la pantalla, la realización de una película puede implicar desafíos físicos y emocionales que a menudo pasan desapercibidos para el público.
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