Tony Gilroy, creador de la aclamada serie Andor, alzó la voz en una reciente entrevista con Slash Film para señalar lo que considera el principal fallo narrativo de las películas del Universo Cinematográfico de Marvel: la dependencia excesiva de los llamados MacGuffins. Este término se refiere a objetos o elementos cuya única función es mover la trama sin aportar desarrollo real a los personajes.
Gilroy puso como ejemplos el Teseracto y las Gemas del Infinito, íconos en las cintas de Marvel pero, desde su perspectiva, poco sustanciales en términos narrativos. “Toda la historia gira alrededor de perseguir algo que, en el fondo, no importa”, comentó el cineasta. Para él, esta fórmula limita el potencial de las historias y reduce el conflicto a un simple juego de búsqueda.
En contraste, Gilroy destacó que Andor apostó por un desarrollo más profundo, centrado en las motivaciones reales de los personajes y las implicaciones morales de sus decisiones, algo que considera esencial para contar una historia relevante. Su crítica busca abrir un debate sobre la estructura narrativa predominante en el cine comercial actual.