En un golpe devastador para el mundo del entretenimiento, el reconocido actor estadounidense James McCaffrey, célebre por su icónico papel como la voz de Max Payne, ha perdido la vida a los 65 años a causa de un cáncer.
“James McCaffrey, tuvimos la fortuna de conocerte. Mi mejor amigo, te echaremos de menos”, compartió su amigo Kevin Dillon en un emotivo mensaje en Instagram.
El pasado domingo, McCaffrey dejó este mundo, arropado por el amor de su familia y amigos, según informó su representante.
Sam Lake, el guionista de videojuegos finlandés y amigo cercano durante más de 25 años, expresó su dolor en Twitter y lo consideró parte de su familia. McCaffrey, además de su destacada labor en la serie “Sexo en Nueva York”, interpretó al agente especial del FBI en Max Payne, un papel que dejó huella en la industria del gaming.
La triste noticia fue confirmada por TMZ, revelando que McCaffrey había sido diagnosticado con mieloma múltiple. Su partida deja un vacío en la comunidad artística que reconoce su talento desde sus inicios en la década de 1980 con “Lo Mejor de Nueva York”, una película directa a video.
A lo largo de su carrera, McCaffrey brilló en la serie de Fox “New York Undercover” y obtuvo un papel protagonista en la breve pero destacada serie de NBC llamada “Viper”. En la década de 2000, hizo apariciones notables en “Sexo en Nueva York”, “Law & Order” y otros títulos, consolidando su legado en la pantalla.
En 2001, asumió el papel de Max Payne en la primera entrega de la exitosa serie de juegos, que se destacó por su jugabilidad única y el diálogo interno inconfundible del personaje interpretado por McCaffrey, marcando un hito en la industria del videojuego. La voz inmortal de Max Payne se apaga, pero su impacto perdurará en la memoria colectiva de sus admiradores.