El rapero estadounidense Wiz Khalifa se enfrenta a un serio conflicto legal en Europa tras ser sentenciado a nueve meses de prisión por la Corte de Apelaciones de Constanța, en Rumania. La condena surge de un incidente ocurrido en julio de 2024 durante el festival Beach, Please!, celebrado en el balneario de Costinesti, donde el artista fue captado consumiendo cannabis mientras realizaba su presentación en vivo. Tras ser detenido en aquella ocasión, se determinó que poseía más de 18 gramos de marihuana, una sustancia que, bajo la estricta legislación rumana, está clasificada como droga peligrosa y cuya posesión para uso personal conlleva castigos que pueden llegar hasta los dos años de cárcel.
La decisión del tribunal de apelaciones representa un endurecimiento drástico respecto a la sentencia inicial, la cual únicamente había impuesto a Khalifa una multa administrativa de aproximadamente 830 dólares. Al anular la resolución anterior, los magistrados rumanos enviaron un mensaje contundente sobre el cumplimiento de sus normativas locales, las cuales contrastan significativamente con la tendencia de legalización recreativa en diversos estados de Estados Unidos, país de origen del intérprete. Al ser esta una resolución definitiva bajo las leyes de Rumania, no existen más instancias de apelación dentro de dicho sistema judicial.
A pesar de la sentencia, el cumplimiento efectivo de la pena de prisión permanece rodeado de incertidumbre. Debido a que Wiz Khalifa es ciudadano estadounidense y no reside en territorio rumano, las autoridades de ese país tendrían que iniciar un complejo proceso de extradición si pretenden que el rapero cumpla la condena tras las rejas. Hasta el momento, no se ha emitido una confirmación oficial sobre si el gobierno de Rumania solicitará dicha medida o si existen acuerdos de cooperación que permitan ejecutar la sanción de otra manera, dejando el futuro legal del artista en un limbo internacional.
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