El expresidente Donald Trump anunció este martes un proyecto de defensa nacional sin precedentes: la creación del “Golden Dome” (Cúpula Dorada), un escudo antimisiles de gran escala inspirado en el sistema israelí “Iron Dome”. El objetivo, según Trump, es proteger a Estados Unidos frente a amenazas como Corea del Norte y otros adversarios globales.
El anuncio fue realizado desde la Casa Blanca, acompañado por el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el general Michael Guetlein, encargado de las operaciones espaciales del Pentágono. Este ambicioso proyecto recuerda al “Star Wars” de Ronald Reagan en los años 80, pero adaptado a las amenazas del siglo XXI.
Trump firmó una orden ejecutiva en enero de 2025 en la que justifica la iniciativa por el “peligro catastrófico” que representan los misiles balísticos, hipersónicos y de crucero. “Construiremos la cúpula más grande jamás vista, un escudo antimisiles de última generación hecho en EE.UU.”, declaró en un mitin reciente en Wisconsin.
Aunque la motivación es clara, el proyecto ha desatado críticas por su viabilidad y altísimos costos. La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) estima que un sistema de interceptores espaciales podría costar entre 161 mil millones y 542 mil millones de dólares en las próximas dos décadas. Además, algunos expertos cuestionan la necesidad de semejante inversión, considerando que EE.UU. está protegido por su posición geográfica y no enfrenta amenazas constantes como las que tiene Israel.
El Pentágono aún no ha definido si el “Golden Dome” cubrirá todo el territorio nacional o solo ciudades estratégicas. El proyecto también enfrenta cuestionamientos por el posible desvío de fondos de otras prioridades militares, como el reemplazo de los misiles balísticos intercontinentales (ICBM), muchos de los cuales están obsoletos.
Actualmente, EE.UU. cuenta con el sistema GMD (Ground-Based Midcourse Defense), diseñado para interceptar misiles de largo alcance. Sin embargo, su capacidad de respuesta ante un ataque masivo de potencias como China o Rusia es limitada.
A pesar del escepticismo, la iniciativa ha sido bien recibida entre los simpatizantes republicanos y figura en la plataforma del partido rumbo a las elecciones. El “Golden Dome” se perfila como una de las propuestas más emblemáticas de Trump en materia de defensa, aunque con interrogantes que siguen abiertos en términos estratégicos, tecnológicos y presupuestarios.
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