Volkswagen ha decidido dejar atrás el prefijo “ID” que desde 2019 distinguía a su gama de vehículos eléctricos. El gigante alemán busca ahora reconectar con sus raíces y renombrar sus modelos eléctricos con nombres clásicos y familiares para el consumidor.
El cambio responde a una transformación profunda en la forma en que la movilidad eléctrica se percibe en el mercado. Si en un principio los autos eléctricos necesitaban diferenciarse con etiquetas futuristas, hoy se integran cada vez más al ecosistema automotriz convencional. Volkswagen lo entiende como una oportunidad de fortalecer su vínculo emocional con los usuarios, recuperando nombres con historia como Golf, Polo o Tiguan, adaptados ahora al formato eléctrico.
“ID” fue el emblema de una etapa experimental que incluyó modelos como el ID.3, ID.4, ID.5 e incluso el ID. Buzz, una versión moderna y eléctrica de la clásica combi. Aunque estas siglas cumplieron un papel importante al posicionar a la marca en el segmento eléctrico, los nuevos lanzamientos evitarán esta nomenclatura.
Los próximos modelos —hasta ahora conocidos como ID.2all o ID. Every1— no conservarán esos nombres al llegar al mercado entre 2026 y 2027. En su lugar, se espera que adopten denominaciones más reconocibles que inspiren confianza y cercanía, elementos clave en la decisión de compra de un vehículo.
Este cambio de estrategia también responde a un contexto más complejo. Las expectativas de una electrificación total para 2030 han chocado con la realidad de una adopción más lenta en Europa y otros mercados. Por eso, Volkswagen apuesta ahora por una estrategia más equilibrada: autos eléctricos más accesibles, sin perder identidad ni calidad.
Los futuros vehículos de entrada bajo esta nueva línea tendrán precios estimados entre \$21,500 y \$26,900 dólares, y buscarán conquistar a un público más amplio. Al mismo tiempo, la marca aprovechará las plataformas eléctricas existentes, compartidas con otras firmas del grupo Volkswagen como Audi, Skoda y Cupra.
Con este movimiento, Volkswagen no solo cambia nombres: redefine cómo quiere ser percibida en la era eléctrica. Lo que alguna vez fue “ID” será, simplemente, un nuevo capítulo con un rostro más familiar.
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