Warner Bros. enfrenta un panorama corporativo complejo tras la OPA hostil presentada por Paramount, y las previsiones internas indican que el proceso de venta podría extenderse más de lo esperado. De acuerdo con estimaciones recientes, la compañía no anticipa que este asunto quede resuelto antes de finales de 2025, e incluso contempla que el procedimiento pueda prolongarse durante varios meses de 2026, con la intención de cerrar cada detalle de forma definitiva y sin margen para impugnaciones posteriores.
Un elemento clave en esta situación es el acuerdo vigente entre Warner y Netflix, el cual permanece intacto pese a la ofensiva de Paramount. Romperlo no es una opción viable para Warner, ya que implicaría pagar una costosa penalización de 2.800 millones de dólares, cifra que la empresa no está en condiciones de asumir en este momento, dadas sus limitaciones financieras recientes.
Mientras tanto, se espera que Paramount tome nuevas acciones para mantener viva su intención de adquirir la compañía. Entre las alternativas que se analizan se encuentran la posibilidad de demandar a Netflix para frenar el acuerdo, prolongar la oferta o intentar renegociar los términos con el fin de hacerla más atractiva y presionar a Warner. Lo cierto es que la batalla corporativa apenas comienza y podría intensificarse en los próximos meses.






