En vísperas del crucial enfrentamiento contra el PSV Eindhoven, Sergio Ramos, referente del Sevilla, avivó las llamas al declarar que el estadio Sánchez-Pizjuán se convertirá en un auténtico “infierno” para el equipo rival, liderado por el mexicano Hirving ‘El Chucky’ Lozano. Con tono decidido, Ramos considera este choque como más que un partido de Champions, una auténtica final que podría acercar al Sevilla a los octavos de final y otorgarle un lugar respetable en la élite continental.
“Ojalá mañana el estadio sea un infierno para el rival y que realmente sientan que aquí no gana cualquiera”, expresó Ramos, destacando la importancia de la conexión entre la afición y el equipo para generar una atmósfera única en Nervión. El jugador, con experiencia en noches memorables, como la épica lluvia contra el Manchester, busca revivir esos momentos mágicos en esta confrontación crucial.
Con el Sevilla en la última posición del grupo, Ramos enfatiza la necesidad imperativa de ganar al PSV en esta “final” de la Champions. A pesar de los tropiezos en la liga, el jugador advierte que la competición europea representa una oportunidad única para reivindicarse. “La de mañana es una oportunidad única. Es vital conseguir la victoria y no es momento de mirar atrás, a pesar de querer aprender de los malos resultados que estamos obteniendo”, argumentó.
Ramos subraya el trabajo del equipo bajo la dirección de Diego Alonso, reconociendo que la construcción de un proyecto sólido lleva su tiempo. “Creo que el equipo ha venido trabajando en una dinámica muy buena y creo que no hay nada que nos deba descentrar de eso”, afirmó. Sin embargo, destaca la importancia de mantener la concentración y atender a los pequeños detalles que marcan la diferencia en la Champions League.
En esta fase de transición tras la llegada de Diego Alonso, Ramos enfatiza la necesidad de mirar hacia adelante y buscar buenos resultados. “Estamos en un momento de mirar hacia adelante e intentar buscar buenos resultados”, concluyó el capitán del Sevilla, dejando claro que el equipo está dispuesto a cambiar la dinámica y demostrar su valía en la máxima competición europea.