Hace apenas unos días de que se presentara un incidente aéreo que involucró a dos aeronaves de Volaris por una errónea instrucción del controlador, el pasado 11 de marzo, el avión 762 de Aeroméxico procedente de Bogotá experimentó un aterrizaje fallido por saturación de la pista.
Conforme a los testimonios de dos periodistas del diario español El País, alrededor de las 20:25 horas, cerca de aterrizar en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) los pilotos tuvieron que abortar el aterrizaje debido a que se encontraba una aeronave de United Airlines, que ya había aterrizado, y estaba en maniobras de desalojo de la pista.
Es importante destacar que el pasado 7 de mayo, un avión de Volaris que procedía de Mazatlán, Sinaloa, abortó el aterrizaje que tenía autorizado por la Torre de Control del AICM pese a que en pista se encontraba otro aparato con instrucciones de emprender el despegue.
La situación provocó la renuncia de Víctor Hernández como responsable de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam) y una escalada de denuncias por malos manejos y pobre capacitación al interior de este organismo, la saturación el aeródromo capitalino al tiempo de un cuestionamiento generalizado de diversos sectores de la aviación al rediseño del espacio aéreo por la interacción del AICM con el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).