La junta de gobernadores de la NBA aprobó por unanimidad la venta de los Boston Celtics a un grupo encabezado por el magnate de capital privado Bill Chisholm. El acuerdo valora la franquicia en más de 6.100 millones de dólares, convirtiéndose en la operación más grande en la historia de un equipo deportivo profesional en Estados Unidos.
La liga informó que se espera que la transacción se cierre en breve. Una vez concretada, Chisholm asumirá la propiedad de al menos el 51% del equipo, con un plan para alcanzar el control total en 2028. En ese momento, el valor podría elevarse a 7.300 millones de dólares, consolidando a los Celtics como una de las organizaciones más valiosas del deporte mundial.
Este cambio de propietario llega en un momento de gran proyección para el equipo, vigente campeón de la NBA, y con una plantilla sólida encabezada por figuras de talla internacional. La inversión de Chisholm busca garantizar estabilidad financiera y mantener la competitividad en la liga a largo plazo.
La operación no solo marca un hito en el baloncesto, sino que establece un nuevo estándar en el valor de las franquicias deportivas.