La amenaza de Donald Trump de realizar deportaciones masivas ya es una realidad.
La primera semana de agosto la cifra alcanzó un promedio de mil 500 personas deportadas por día, un ritmo no visto desde la Administración de Barack Obama.
Con la inyección de 76 mil millones de dólares adicionales al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para los próximos cuatro años, la autoridad está preparada para ampliar operaciones y sostener este nivel de expulsiones.
Al menos 180 mil personas han sido deportadas por Trump, pero de mantenerse el ritmo actual, su gobierno podría cerrar el año con más de 400 mil expulsiones, una cifra muy superior a las 271 mil registradas en el último año fiscal de Joe Biden.
Aunque Trump ha alcanzado números similares a los de Obama, la estrategia actual es distinta: mientras que el demócrata priorizó la detención de extranjeros en la frontera y de quienes tenían antecedentes criminales, la administración republicana ha intensificado la captura de migrantes sin antecedentes penales.