Inmigrantes y defensores se unen en Los Ángeles para respaldar la aprobación de subsidios a ancianos indocumentados
En un llamado contundente, la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA), con sede en Los Ángeles, ha convocado a los legisladores californianos a dar luz verde al trascendental proyecto de ley AB 1536. Este ambicioso proyecto se propone extender el acceso al Programa de Asistencia en Efectivo para Inmigrantes (CAPI), abriendo puertas a los estratos más vulnerables de la tercera edad y a la comunidad indocumentada y discapacitada del estado.
Los miembros de CHIRLA se han dirigido con firmeza a la Asamblea de California, instando a los representantes legislativos a respaldar el proyecto de ley AB 1536. Esta medida pionera otorgaría una mensualidad media de $1,000 dólares a los inmigrantes mayores de 65 años, a aquellos que padecen ceguera y a los discapacitados, incluso si carecen de estatus legal.
El asambleísta demócrata Juan Carrillo, artífice de esta iniciativa, ha destacado la creciente presencia de una población indocumentada que envejece en el estado californiano. En sus propias palabras, “La ley garantizará que nuestros adultos mayores indocumentados puedan envejecer con la dignidad que merecen”.
A pesar de los avances notables en la provisión de seguros de salud y asistencia alimentaria a los inmigrantes sin estatus legal, el asambleísta Carrillo considera imperativo reforzar aún más la protección de los ancianos en esta situación. “Los inmigrantes han envejecido mientras contribuían a la economía y el progreso de California; por tanto, es de justicia que compartan de los impuestos que han aportado y que no se les niegue únicamente debido a la carencia de documentos”, enfatiza.
Helena Ayala, una inmigrante mexicana de 70 años que llegó a Estados Unidos hace cuatro décadas, subraya la urgencia de la situación. “Sin una pensión digna, muchos de los indocumentados de edad avanzada se verán forzados a las calles. Esta ley también desempeñará un papel crucial en la lucha contra la crisis de las personas sin hogar”, declara con firmeza.
Los activistas han elevado su llamado más allá, invitando a los votantes californianos a sumarse a esta campaña y ejercer presión sobre los legisladores para que apoyen la aprobación de la ley. En palabras de Ayala, “Los beneficiados son nuestros abuelos, abuelas, padres y madres, quienes han labrado sus vidas con esfuerzo y necesitan este respaldo para sus años dorados”.