Unity, un popular motor de desarrollo de videojuegos, ha anunciado cambios en sus tarifas que entrarán en vigor el 1 de enero de 2024, lo que ha generado controversia entre la comunidad de desarrolladores. En lugar de cobrar basado en los ingresos generados por un juego, Unity comenzará a cobrar según el número de usuarios que instalen y jueguen un juego al menos una vez, una vez que las desarrolladoras alcancen un número mínimo de instalaciones y ganancias.
Dependiendo del plan de Unity contratado, las tarifas oscilarán entre $0.01 y $0.2 dólares por usuario que complete la instalación. Esto ha suscitado críticas, ya que no es común cobrar a los desarrolladores en función del número de instalaciones de un juego. Su principal competidor, Unreal Engine, grava el 5% de los ingresos brutos de un juego bajo ciertas condiciones.
Los cambios pueden afectar la planificación y el desarrollo de proyectos, especialmente para desarrolladores independientes. Además, la eliminación del plan Unity Plus, que ofrecía funciones adicionales a un precio razonable, preocupa a las pequeñas desarrolladoras, ya que los costos aumentarán sustancialmente a partir de 2025.
Las implicaciones de estos cambios aún no están claras, y algunos desarrolladores están explorando alternativas y planteando preguntas sobre situaciones como la donación de copias benéficas o la piratería. La comunidad de desarrollo de juegos está atenta a cómo estos cambios impactarán en el futuro.