Novak Djokovic festeja su cumpleaños número 38 como lo ha hecho la mayor parte de su vida: compitiendo. El serbio, considerado por muchos como el mejor tenista de todos los tiempos, continúa vigente en la élite del tenis mundial, y este 22 de mayo lo celebró en la cancha, enfrentando a Matteo Arnaldi en el torneo ATP de Ginebra.
A pesar de que el italiano lo venció recientemente en el Masters 1000 de Madrid, la jornada fue especial, no solo por el partido, sino por el reconocimiento global que Djokovic recibió por su trayectoria legendaria. “Nole siempre tiene motivos para festejar”, afirman desde los círculos del tenis, y no es para menos.
Djokovic posee el récord de más títulos de Grand Slam, el mayor número de títulos Masters 1000 y el registro histórico de semanas como número uno del mundo. Su dominio no solo se ha extendido durante más de una década, sino que ha desafiado el tiempo y a toda una generación dorada del deporte blanco.
Lejos del retiro, Djokovic sigue escribiendo historia, demostrando que aún tiene energía, técnica y mentalidad para competir con los mejores del mundo.