Un brote del virus Nipah en India ha generado preocupación debido a su alto nivel de mortalidad, que oscila entre el 40% y el 70%. Este virus zoonótico puede transmitirse de animales a humanos y se encuentra en la lista de la OMS de los diez patógenos con mayor riesgo de expansión internacional, lo que lo convierte en un candidato para futuras pandemias.
El Nipah se transmite de murciélagos a humanos a través de cerdos, aunque la transmisión de humano a humano no es muy eficiente. Hasta el momento, no existe una vacuna o tratamiento específico para el Nipah, pero se están desarrollando varias vacunas, incluida una de ARNm de Moderna que ha estado en ensayos clínicos durante un año.
El virus Nipah lleva su nombre debido a un brote inicial en Malasia en 1999 que resultó en 100 muertes. Desde entonces, India y Bangladesh han experimentado múltiples brotes. A pesar de su alta tasa de mortalidad, el riesgo de infección en regiones no tropicales como Europa es bajo debido a la limitación geográfica de su reservorio, que son murciélagos frugívoros.
Sin embargo, la expansión humana en áreas anteriormente silvestres ha aumentado la interacción entre humanos y especies como los murciélagos, lo que ha facilitado la transmisión del virus. Además del contacto directo con animales infectados, el consumo de alimentos contaminados, como el jugo de palmeras datileras, también puede transmitir el virus.
A pesar de estos riesgos, la transmisión de humano a humano del Nipah es poco eficiente y generalmente requiere un contacto cercano. Aunque existen casos documentados de transmisión de persona a persona, no parece probable que cause una pandemia, aunque se deben tomar precauciones.
En resumen, el virus Nipah representa una amenaza debido a su alta mortalidad y su capacidad para transmitirse de animales a humanos, pero la probabilidad de una pandemia parece baja debido a su limitación geográfica y su ineficiente transmisión de humano a humano. El desarrollo de vacunas es un paso importante para prevenir futuros brotes.