México y Estados Unidos alcanzaron un pacto histórico bajo la llamada “Misión Cortafuegos” para combatir el tráfico ilegal de armas. Por primera vez, EE. UU. aceptó rastrear las armas que ingresan a suelo mexicano, incluso hasta los vendedores originales y fabricantes.
El acuerdo incluye el uso de la plataforma eTrace y tecnologías de imágenes balísticas que serán integradas al gobierno federal mexicano y los 32 estados. La presidenta Claudia Sheinbaum destacó que el entendimiento sienta un precedente en control de armas y subrayó que este paso no había sido logrado en administraciones anteriores.
El mecanismo permitirá trazar el origen de las armas, su ruta, y los intermediarios involucrados. Las partes consideran que estas herramientas fortalecerán la cooperación técnica y operativa entre ambos países. El reto ahora es ejecutar las acciones de campo, coordinar las agencias involucradas y garantizar resultados verificables.
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