La preocupación por el uso excesivo de dispositivos electrónicos ha encendido las alarmas en distintas partes del mundo. En Estados Unidos, el promedio de exposición a pantallas alcanza las 7 horas diarias, mientras que en Japón la cifra ronda las 4 horas. Ante este panorama, la ciudad japonesa de Toyoake, ubicada en la prefectura de Aichi y con unos 70 mil habitantes, busca marcar un precedente con una ambiciosa propuesta de ley.
La iniciativa pretende regular el uso de teléfonos móviles, computadoras y consolas, principalmente entre menores de edad. El objetivo es reducir los efectos negativos que el exceso de pantallas provoca en la salud física y mental, tales como problemas de sueño, ansiedad o dificultades de socialización. De acuerdo con cifras recientes, uno de cada cinco jóvenes llega a utilizar el celular incluso en las salas de cine, un ejemplo de la dependencia digital que preocupa a autoridades y especialistas.
Aunque en otros países se ha intentado frenar el tiempo frente a pantallas, muchas veces los intereses económicos han frenado medidas más estrictas. Toyoake, sin embargo, busca ser pionera al plantear una legislación concreta que podría servir como modelo para otras regiones del mundo.