OpenAI habría firmado un acuerdo con Google para acceder a sus servidores en la nube, marcando una nueva etapa en su estrategia tecnológica y generando tensión con Microsoft, su principal socio hasta ahora.
Según Reuters, el pacto permitiría a OpenAI utilizar la infraestructura de Google Cloud para entrenar y ejecutar sus modelos más avanzados de inteligencia artificial. Aunque los detalles del acuerdo no han sido confirmados oficialmente, varias fuentes aseguran que la negociación se concretó semanas atrás.
Este movimiento representa un giro inesperado, considerando que Microsoft ha invertido miles de millones de dólares en OpenAI y le ha dado acceso prioritario a su nube Azure. Sin embargo, tras el breve despido de Sam Altman en 2023 y la posterior reorganización interna, la relación entre ambas compañías se ha enfriado.
Un reporte del New York Times señala que Microsoft comenzó a restringir recursos a OpenAI ante dudas sobre su estabilidad. Paralelamente, contrató a Mustafá Sulaymán, cofundador de DeepMind, como su nuevo director de IA, lo que tensó aún más la relación con Altman.
El acuerdo con Google parece buscar una solución al cuello de botella que representaba la limitada capacidad de cómputo disponible para OpenAI. Sam Altman ha reiterado en el pasado que una barrera crítica para avanzar hacia una inteligencia artificial general es, precisamente, el acceso a suficiente poder computacional.
Aunque pueda parecer una traición, algunas fuentes indican que Microsoft ya había autorizado un acuerdo previo entre OpenAI y Oracle para acceder a servidores externos, donde Azure seguía presente como proveedor de software.
De confirmarse esta nueva alianza con Google, se redefiniría el mapa de la competencia tecnológica en IA, y posicionaría a Google Cloud como actor clave en el desarrollo de modelos avanzados, incluso para sus competidores directos.
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