En el desafío más crucial de la temporada para el Paris Saint-Germain, la presión recae sobre Luis Enrique mucho antes de lo deseado. Hoy, en Dortmund, frente al Borussia, el PSG se encuentra en una encrucijada decisiva para su futuro en la Champions League.
El actual campeón de la Ligue 1 está obligado a vencer al Borussia para avanzar a los octavos de final sin depender de otros resultados. El triunfo no solo significaría la clasificación, sino que también aseguraría el liderato del Grupo F.
Sin embargo, cualquier tropiezo podría tener consecuencias catastróficas. En caso de empate, el PSG necesitaría que el Newcastle no derrote al Milan para asegurar su pase. En caso de derrota, la situación se complica aún más, dependiendo de los resultados de otros partidos y arriesgando el descenso a la Europa League.
Luis Enrique, consciente de la importancia del encuentro, se muestra optimista: “Los grandes clubes siempre juegan grandes partidos. Queremos vencer al Borussia Dortmund para acabar líderes de grupo. Me gusta centrarme en lo positivo y lo que veo es que en un grupo muy difícil aún tenemos el destino en nuestras manos. Si nos tomamos las cosas negativamente, tendremos problemas.”
A pesar de las bajas significativas, como la sanción de Dembélé y las lesiones de Fabián, Mendes, Kimpembe y Keylor Navas, Luis Enrique contará con un once competitivo, liderado por Marquinhos.
Por otro lado, el Borussia Dortmund, enfrentando su propia crisis con dos derrotas consecutivas y tres partidos sin victorias, no está dispuesto a especular. Aunque un empate les aseguraría el liderato, el equipo de Edin Terzic busca la victoria para evitar a los teóricos favoritos en los octavos de final.
Terzic destaca: “El PSG quiere ganar, pero nosotros también”. Con importantes ausencias como Emre Can, Haller, Ryerson, Nmecha y Moukoko, el Dortmund se enfrenta a un desafío determinante, sabiendo que la victoria les garantizaría el liderato, mientras que un empate o una derrota los dejaría a merced de los resultados del Newcastle.