En 2012, durante la promoción de Prometheus, Ridley Scott reveló que estuvo en conversaciones con James Cameron para unir fuerzas y devolver el esplendor a la saga Alien. Aunque nunca se concretaron detalles, ambos cineastas consideraban seriamente un proyecto conjunto que incluso contemplaba el regreso de Ripley, personaje icónico interpretado por Sigourney Weaver.
“Estuvimos hablando de unir fuerzas para reflotar la saga Alien”, confesó Scott en aquel momento. La idea despertó grandes expectativas, pues la unión de dos de los directores más influyentes de Hollywood prometía revitalizar una franquicia en declive. Cameron venía de arrasar en taquilla con Titanic, mientras que Scott mantenía un prestigio sólido gracias a películas como Gladiator.
Sin embargo, la colaboración nunca llegó a realizarse. La principal razón fue el compromiso de Cameron con Avatar, proyecto que absorbió casi todo su tiempo creativo desde inicios de los 2000. Este enfoque exclusivo hacia la saga de Pandora impidió su participación en otros desarrollos de gran escala.
Aunque el encuentro entre ambos titanes quedó en un “qué hubiera pasado”, su sola posibilidad continúa siendo tema de interés entre los seguidores de la ciencia ficción, quienes imaginan cómo habría cambiado el destino de Alien bajo su visión conjunta.